Textos

BIBLIOGRAFÍA (selección por orden alfabético)
Marcos Barnatán
El Mundo – Metrópoli – 9 de mayo de 2003
Misterios helados
por Marcos Ricardo Barnatán.

PILAR INSERTIS – Disposiciones anímicas.
Hacía ya cinco años que Pilar Insertis no exponía en Madrid, después de su última individual en la galería Antonio Machón. Ahora vuelve de la mano de Ana Jacob, flamante galerista que abrió sala nada menos que con obras de Carlos Alcolea y que pretende continuar su labor bajo estrictas exigencias de calidad. La elección de la Insertis, una artista de brillante trayectoria, parece un buen signo de esa pretendida seriedad, dentro de un abanico amplio que abarca las mejores opciones dentro del arte contemporáneo.
En esta muestra, Pilar Insertis nos revela su última producción pictórica junto a sus pequeñas esculturas y a su nueva investigación digital, un experimento que apasiona ya a muchos creadores y en el que consigue transferir con éxito el mismo mundo misterioso de la «ardiente frialdad» de sus óleos, usando la feliz expresión de María Escribano, presentadora del catálogo. Los desafíos a los pintores que se tienden en estos años, a los que siguen creyendo en la vigencia de la pintura como vehículo indispensable de la representación artística -esa pérdida de los límites tano del cuadro tradicional como de los diferentes recursos novedosos que pueden integrarse en la pintura-, son asumidos con valentía tanto en los óleos como en las conseguidas impresiones digitales seriadas. En todas las composiciones late ese misterio cósmico que nuestra pintora descubre en elementos de una geometría caleidoscópica, en pequeñas representaciones humanas o animales y en un fondo paisajístico que nos evoca una naturaleza utópica, soñada, que nos interna en la inquietud pero también en la ironía. Esa ironía que María Escribano percibe nacida de la lucidez y que le permite construir sus escenarios fuera de la realidad, e una dimensión distinta, bajo bóvedas de «una materia desconocida», en cita de Stanislav Lem.
Misterios helados, sí, en los que el espectador es conducido a un viaje sonámbulo, en el que sueño e insomnio se alían para crear esas atmósferas tan singulares que siempre han caracterizado el trabajo de Pilar Insertis.


BLÄTNER, Martin: «Verlust der Ferne»: Fünf junge spanische Maler stellen in Nürnberg Kunsthaus aus». Nürnberg Nachrichten, 15 de septiembre de 1988. | «Verlust der Ferne: Fünf postmoderne Künstler aus Spanien im Kunsthaus». «Auch ein Verlust der Eigenheit». Nürnberg Zeitung, 15 de septiembre de 1988.
BONAFÉ, María José: «Primera exposición de Pilar insertis en Palma». Ultima Hora, 13 de noviembre de 1992. | «Las metáforas de Insertis llenaron ayer la Lluc Fluxá». Última Hora, Palma de Mallorca, 14 de noviembre de 1992.
BONET, Juan Manuel: «Pilar Insertis, Reflexión sobre la memoria». ABC – Blanco y Negro, noviembre 1990.
BRAVO, Pilar: «La metamorfosis paisajística y espacial de Pilar Insertis». YA, 12 de noviembre de 1988.

EL PAÍS, 6 de febrero 1987
«Una visión épica de la intimidad»
por Francisco Calvo Serraller

Desde su aparición en la colectiva de los Talleres de Arte Actual y, sobre todo, en la Primera Muestra de Arte Joven, Pilar Insertis ha ido conquistando un lugar destacado dentro de la última generación de artistas jóvenes de nuestro país. Todo ha transcurrido en poco más de un año, lo que indica la rapidez con la que su obra ha logrado suscitar un amplio interés general. Ahora mismo, sin ir mas lejos, acaba de exhibir una amplia muestra individual en el Museo Municipal de Logroño u la Galería Antonio Machón de Madrid no solo le ha dedicado una exposición individual sino que, complementariamente, tiene previsto presentar su obra en el pabellón correspondiente de ARCO ’87, que abrirá sus puertas el próximo día 12.
Que un artista joven logre con prontitud una plataforma tan relevante no es solo un síntoma alentador por lo que genéricamente supone de mejoría sintomática en la promoción de los que empiezan sino también por la posibilidad privilegiada de contemplar una obra en su real dimensión.
Fondo y forma, la pintura de Pilar Insertis tiene un fácil encuadre generacional, lo que significa que practica ese paisajismo filo romántico, tratado con técnicas expresionistas al que es tan aficionada últimamente la gran mayoría de los artistas jóvenes de nuestro país.
Este encuadramiento en un contexto preciso no ha desdibujado suposición personal, que tiene rasgos originales muy seductores. Posee una elegancia innata y unas dotes brillantes para armonizar el color, a lo cual añade un poder de dramatización muy sutil en el tratamiento de los detalles. Es esta combinación de buen gusto en intensos puntos de fuga líricos lo que, a mi modo de ver, potencia la tension interior que se percibe en la mayor parte de sus cuadros y por la que irremisiblemente sentimos una atracción.
Por lo demás, sus símbolos -cuevas, cráteres, lagunas etc. y las agudas líneas, afiladas como cuchillas de los contornos, tanto más punzantes cuanto consiguen atravesar atmósferas cromáticas densas y un materismo bronco, nos llevan a las zonas inquietantes, turbulentas, misteriosas, de las ánimas y los ánimos hirvientes, a un universo pasional.


CASTAÑO, Adolfo: «Pilar Insertis». ABC, 28 de enero de 1988. || ABC de las Artes, noviembre de 1991.

LOS AUTORES DEL X SALÓN DE LOS 16
Pilar Insertis:
Oscura ausencia
por X.Antón Castro

La pintora madrileña Pilar Insertis  llega al X Salón de los 16, cuya inauguración está prevista para el próximo 8 de mayo en el Museo Español de Arte Contemporáneo, tras haber expuesto en la galería Antonio Machón, de Madrid. Antón Castro recuerda su trayectoria, haciendo especial hincapié en cómo su lenguaje mantiene un carácter propio y distintivo.
No creo que sea desacertada una lectura del arte -y de manera particular, de la pintura de los años ochenta cómo una historia progresiva de «abandono del decorado» en el sentido que le había dado Broch hace ya más de medio siglo. De otra parte, la conciencia de viaje voraz y purificador provocó una selección casi natural entre la catarsis de modelos de la pintura española, que afortunadamente resiste frente a los envites impositivos del objeto. Y entre la catarsis no dudarla en avalar la enérgica lucidez de artistas que, como Pilar Insertis, ahondaron en su propio modelo transgrediendo a diestro y siniestro pero respetando al fin, sus planteamientos iniciales.
Recuerdo que como viaje, había concebido un análisis de su trabajo. Creía que su necesidad obsesiva de quemar etapas a la vez que se inmiscuía en la definición del tiempo y lo cuestionaba. El itinerario se centraba en torno a la naturaleza en forma de «paisaje», ecología partisana o territorio experimental, capaz de proponer alternativas entre los lugares físicos y mentales que estaba dispuesta a recorrer.
Las figuras que habitaban en  principio los espacios un tanto literaturizados a conciencia –la literatura nunca ha estado ausente de su pintura, incluso en la vertebración más minimalista-, oficiaban la ironía y el equívoco en una contraposición buscada con aquel.
Pero el juego permisivo de los contrastes y el riesgo de su acentuación negando otras referencias, hicieron posible que el «homo antiquus» fuese uno de los últimos pobladores para licuar en el vacío un nuevo concepto de paisaje en soledad. Paisaje como faetón o cenobio, el enigma de los agujeros, que aludían a la mística más que a la ciencia, a la depuración o a la coagulación que había sido factible o que pudiera serlo, cuando menos, entre el afecto de Masaccio y Zurbarán, entre el ambiente espeso y traslúcido del oscuro bodegonismo español.
Historia y orden comenzaban a explicar la pintura de Pilar Insertis. En el primer caso, en una remisión que iba del Renacimiento al Romanticismo, vertido como un estado agitado del alma, aludiendo, sin embargo, la obviedad de la literatura, liberando los fondos de referencias y fijando un reduccionismo prolongado. Y es esta liberación formal la que definirá su trabajo dentro de una precisa alusión al orden mentado, traducido como principio euclidiano.
En cualquier caso, a cuatro años vista tampoco es difícil establecer determinadas homogeneidades entre el antiguo faetón o el espacio desierto, empíricamente abstracto y geométrico de trabajos más recientes como el que descubría «Li Tai Pei» o la última obra neoyorquina. El reduccionismo .había fijado vanos puntos de fuga en una experiencia territorializada a partir de topografías organizadas con pensamientos expropiados del zen o con a simulación apropiacionista del collage, que servía para escenificar otro tipo de ironía. Esta iba a posibilitar la transición entre la historia y el resultado formal de su propia manipulación.
Ello estaba ya muy claro en la transgresión del código que nos sugería, de manera definitiva, la serie de tránsito entre Madrid y Nueva .York: en “Advertising Memorial” el recuerdo diluía la imagen del collage como «trompe l’oeil» que reducía, en progresión su escala y precisaba ya un espacio mínimo y neutro. La geografía oxidada taladraba un tiempo de reflexión, dedicado a la pintura como ejercicio que establecía tensiones entre la experiencia, que se desnudaba cada vez más y el objeto .exterior, la fotografía que fijaba su propia memoria, estableciendo un diálogo entre el pasado y el presente.
Al contrario de lo que le ha sucedido a muchos de sus colegas en la estancia neoyorquina, que se dejaron impregnar, en exceso, por el ambiente de vorágines mediáticas por el gran aluvión de las imágenes impuestas, Pilar Insertis ha radicalizado un especial sentido de la ausencia, de grado cero de la pintura o de vacío que tiene mucho que ver con sus orígenes.
Despojada de la ansiedad pastosa, el juego ·de tensiones entre la emulación sin contener y la lógica, entre el acto incontrolado y la razón geométrica, logra alcanzar una pausada continencia espacial: un espacio opaco y tenebrista, una apología mística del silencio una oscuridad religiosa entre los signos evocadores de objetos eclesiales. El formato en fragmentos colabora a ejercitar una lectura minimalista, cuya reductibilidad es el resultado de la desnudez que el Tao y la «religión» hicieron del barroco español más que de otros referentes expurgados de la actualidad.

Carmen Pallarés
Pilar Insertis – Pintura
por Carmen Pallarés

Las obras actuales de Pilar Insertis son un destilado de esencias. Exactamente lo que corresponde a la madurez de un artista. En la colección Disposiciones anímicas. vemos cumplirse propósito y tareas, asuntos y temas, lenguajes y estilos anteriores y vemos aparecer algo nuevo, con espléndido encuentro y equilibrio entre lo inspirado, lo intuído y lo deseado. Todo ello con la belleza plástica como norte, sin preciosismo ni alquitaramiento. En Disposiciones anímicas, lo desconocido no es lo posible de conocer, según el maximalismo arraigado y dominante de la cultura que padecemos, sino lo conocido todavía y las obras de esta colección surgen de predios que se apoyan y orientan hacia ese conocimiento, con alambiques de la tradición histórica, filosófica y artística oriental y occidental. Heráclito afirmó que educarse no era llenar un cántaro, sino avivar un incendio, y tal distinción, me parece, es apreciada por Insertis y puesta de manifiesto en estas obras.
Insertis aproxima, examina y entreteje planos de realidad que se fian del lenguaje de los sueños en lo que tienen de revelador; subrayando el valor estático de la escritura, el valor activo de los significados y e valor simbólico de los sentidos; fiándose de la fecundidad de la linea y accediendo a la personalidad de un lenguaje artístico diferenciado. Hablan en esta muestra con claridad la pintura, las impresiones digitales y la escultura, y hablan del título. Todo su quehacer aquí es el fruto inteligente e imaginativo de cambios y crecimientos de una labor artística creadora que ordena y resuelve su pasado con el talento orientado hacia su futuro. Clara apertura hacia niveles espirituales superiores; un logro del «ánima» y del «animus», logro que sabe ya cómo se vuelve manifiesta la sensatez, ese «reposo anímico activo» del que habla B. Lievegoed como característica de la madurez. Hay quehaceres artísticos, hay obras, hay trayectorias en el arte actual que son luces de sabiduría en la negrura de la desplegada necedad. Insertis es de los artistas actuales que valora, cuida y extiende la luz. Hacía cinco años que no disfrutábamos de una individual de esta artista en Madrid y es toda una alegría que su exposición sea este despliegue de esplendidez.


PAREDES, Tomás: «La exquisitez alegórica de Pilar Insertis», El PUNTO, enero 1987. | «El suntuoso simbolismo de Pilar Insertis», el Punto 6-12 de febrero 1987. | «Pilar Insertis, de los paisajes al color». El Punto, abril-mayo 1998.
POWER, Kevin: «Un sentido de medida». Catálogo para la exposición «1981-1986, Pintores y Escultores Españoles». La Caixa, Madrid, abril-mayo 1986.
ROMERO, Manuel: «Plural». Catálogo para la representación española en la XVIII Bienal de Alejandría (Egipto). Abril – junio 1994.
ROS, Cristina: «Pilar Insertis, misterios de la especie humana». Diario de Mallorca, 14 de noviembre 1992
SERRANO DE HARO, Amparo: «Al borde de una ambigua metáfora». Catálogo exposición individual Galería Lluc Fluxá. Palma de Mallorca, noviembre 1992.
VAN-HALEN, Juan: «Palabras para Pilar Insertis». Catálogo exposición individual Galería AntonioMachón, Madrid, mayo 1998.

Todo animal
Juan Van-Halen
Catálogo individual Galería Lluc Fluxá. Palma de Mallorca, noviembre 1992.
«Todo animal, ante un cuadro de Pilar Insertis»

Bruna la sinrazón y el sueño oscuro
tizna la soledad del hombre, y hiere.
No halla una leve luz que le libere,
huésped de tanta noche y tanto muro

Aquí está el hombre, ved: débil conjuro,
tenue misterio que en las simas muere.
Una voz infinita le requiere
y él no responde, preso e inseguro.

¿Preso del desamor? Cárcel de hastío.
atezada pasión de su condena
que ata el amor y acrece el desencanto.

Entre las sombras, vendaval sombrío,
animal acosado por la pena
que dio tan poco para perder tanto.